Dado que nuestras mentes están atestadas de tanta información, hay muy poco tiempo o espacio para dedicarse a información frívola e irrelevante, de ahí la necesidad de ser precisos y rápidos al comunicar. Con una agenda muy apretada y distracciones, a menudo es difícil tomarse el tiempo para detenerse y prestar atención a lo que se comunica.
Los fundamentos
A continuación se ofrecen algunas recomendaciones sobre cómo garantizar que la información que se comunica se hace en el menor tiempo posible y, sin embargo, la parte receptora la entiende perfectamente:
- Tal vez la forma más eficaz de comunicar información y que ésta se entienda es asegurarse de que hay un contacto visual constante con el receptor, durante toda la sesión de comunicación. Esto también debe hacerse en un marco de tiempo preciso y rápido en el que la información se presente de la forma más concisa posible.
- Hacer que el destinatario resuma y repita lo que se le ha comunicado es también otro método para garantizar que la información se escuche y se entienda. También es otra forma de garantizar que el contenido de la información sigue siendo el mismo que se presentó y que no hay adiciones o distorsiones en el contenido.
- El diseño del lenguaje y la redacción también deben estar en consonancia con la capacidad y el nivel de comprensión del destinatario. Hablar con alguien que no conozca la jerga técnica utilizada no sólo será una pérdida de tiempo y esfuerzo, sino que además parecerá pretencioso a los que estén cerca. Este tipo de comunicación no sería en absoluto eficaz.