El futuro de los microcréditos
Las organizaciones de microcréditos que dan beneficios eligen de preferencia clientes con recursos. Lógico, ya que estos aportan más dinero. El hecho que algunas instituciones eviten clientes más pobres, va demasiado lejos. El joven economista holandés Pim Engels aboga por un regreso a las inversiones responsables, también para pobres.
A fines de 2007, el entonces estudiante de la Universidad de Maastricht hacía una pasantía en el Banco Grameen en Bangladesh.
Dicha institución del Premio Nobel Muhammad Yunus es conocida por ser la pionera en el terreno de las microfinanzas. El interno holandés tuvo allí la idea de escribir su tesis acerca de la relación entre la rentabilidad de las organizaciones de microcréditos y la cantidad de clientes pobres.
“La gente con algo más de dinero pide prestada cantidades más grandes de una vez, tienen menos contactos y pagan su deuda en un plazo más largo,” dice Pim Engels, entretanto consultor en el terreno de “finanzas inclusivas”, un término nuevo también referido a las microfinanzas.
Rechazar clientes pobres
“El apoyo financiero de empresarios de menos recursos es relativamente caro. Ellos obtienen pequeñas sumas, llegan a veces cada semana apagar una cuota o a solicitar asesoría y pagan en un plazo breve. Si las instituciones rechazan a potenciales clientes pobres por esas razones, esta manera de hacer las cosas ya no tiene nada que ver con el propósito original de la micro financiación.”
En todo el mundo alrededor de 150 millones de personas hacen uso de la micro financiación. En total se invierte una cantidad de 60 mil millones de dólares. El rápidamente creciente mercado de negocios no siempre coopera con la transparencia de los microcréditos. Las historias sobre intereses abusivos son conocidas. Pim Engels tiene, eso sí, una explicación para dicha situación.
“En los años ochenta y noventa el resultado financiero era más importante que el precio que el cliente pagaba por un préstamo pequeño. La idea era que un sector rentable puede atraer más capital, por lo que crecería más velozmente y podría alcanzar mejor a los empresarios más pobres. Ese objetivo ha sido conseguido,” dice Engels.
Organizaciones de microcréditos son menos dependientes de donantes gracias al creciente interés de inversores comerciales extranjeros. También la competencia entre ellas mismas ha crecido. Y eso también es bueno para la flexibilidad de una empresa.
Beneficios financieros
En estos momentos aumenta el riesgo de que los beneficios financieros para las organizaciones de microfinanzas estén adquiriendo cada vez más importancia. Es extraordinario como crecen sus ganancias mientras los costos descienden. Pero en esos casos, el beneficio financiero es más importante que el desarrollo sostenible, concluyó la princesa Máxima de Holanda durante la conferencia sobre micro financiación en Radio Nederland.
En su tesis, Pim Engels advierte que la presión por obtener resultados financieros por parte de las organizaciones de microcréditos puede llevar a una tergiversación de la misión. Una cantidad de entidades exitosas en México e India optó hace poco por ingresar a la bolsa de comercio. “En ese caso deben contar con las exigencias de los accionistas. Eso puede llevar a un alejamiento del propósito original.»
Usureros
Entretanto el Grupo de Trabajo de Desempeño Social, creado en 2005, investiga las empresas duraderas en las organizaciones de micro financiación. La llamada “Smart Campaign” va un paso más allá y busca proteger a los clientes de los usureros a través de otorgar información. Pero los intentos de hacer regresar la micro financiación a sus bases tienen casi ningún efecto.
No hay acuerdos claros acerca de la denuncia de irregularidades, así como acuerdos sobre las posibles consecuencias en caso que se constaten abusos. Pim Engeles reconoce que todavía hay mucho que hacer.
A pesar de la necesidad de depuración, la micro financiación todavía sigue viva, enfatiza. También entre los pobres.
La influencia de los pequeños préstamos en la economía total de un país es pequeña, pero entretanto han dado una solución a la vida de millones de personas.
Depende de las instituciones de micro financiación encontrar el balance justo entre las tareas comerciales y las inversiones responsables, es su conclusión. “El resultado de la discusión es esencial para el futuro de los microcréditos.”